Reese Witherspoon ya no oculta su felicidad y ha gritado de nuevo su amor a los cuatro vientos tras acudir a misa en Los Ángeles. La actriz, que acudió en compañía de sus dos hijos, Ava, de 11 años, y Deacon, de 7, y su chico, abandonó la iglesia de la mano Jim Toth, con el que parece haber encontrado la estabilidad que tanto anhelaba.
La protagonista de Una rubia muy legal y el resto de sus acompañantes se dirigieron hacia un restaurante donde disfrutaron de un entretenido almuerzo. La actriz, que hace tan solo unos días recibía una estrella en el Paseo de la Fama, viveun momento muy dulce en su vida personal. Reese, de 34 años, se siente ahora más sexy que nunca al lado del que fuera su agente, Jim Toth, aunque califica sus relaciones anteriores -con Ryan Phillippe, padre de sus hijos, y Jake Gyllenhaal- como muy valiosas.
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