Ya pasaron Jonas Brothers, Demi Lovato y High School Musical. Ahora llegó el turno de otra estrella fabricada por el gigante Disney y que encarna el giro del pop planetario hacia las figuras de arrastre adolescente: la cantante y actriz Selena Gomez (18), protagonista de la serie Los Hechiceros de Waverly Place y crédito en pleno ascenso, ya cerró su debut en Chile para el miércoles 26 de enero en el Movistar Arena.
La artista de ascendencia ítalo-mexicana solo pasará por Santiago y Buenos Aires -allá agendó fecha para el 28 del mismo mes- y viene a mostrar A Year Without Rain, disco lanzado en septiembre y segundo trabajo junto a su banda, The Scence. El mismo conjunto con el que llegará a Chile en una presentación de más de una hora, donde también incluye los éxitos de su debut, Kiss & tell (2009), que despachó los singles Falling down y Naturally, y que vendió 705 mil copias en EE.UU.
Además, el espectáculo mezcla imágenes de sus personajes en el mundo Disney y un guiño constante a su carrera actoral. Algunas reseñas de medios de Inglaterra, por donde pasó hace algunos meses, también hablan de que posee una voz sólida y que su propuesta, aunque simple y codificada, va de cierta ambición rockera a canciones de vibra electrónica.
"Quería hacer algo que fuera bueno para tocar en vivo y que también tuviera un toque tecno y bailable", ha comentado la intérprete sobre su reciente título y su show en vivo, según una gacetilla de su sello, Universal. Los boletos se pueden adquirir desde el 17 de diciembre en Puntoticket y los precios tendrán un rango que va de $ 18.000 a $ 65.000 (más cargos por servicio).
Los productores encargados apuestan por una alta convocatoria en el reducto de Parque O'Higgins, avalados por antecedentes inmediatos: los conciertos dirigidos al público adolescente se han alzado como parte de los más rentables y convocantes en los últimos dos años en el país. En mayo pasado, Demi Lovato llevó 12 mil fans al mismo sitio en uno de los recitales más vitoreados de la temporada, mientras que Jonas Brothers volvió en noviembre para juntar a 30 mil personas en el estadio Monumental.
Y Gomez no solo comparte con ellos el griterío, las altas expectativas y una suerte de compadrazgo que los hace actuar como cofradía. Como todo fenómeno del nuevo siglo, su presencia es una suerte de máquina de varios tentáculos que no solo cubre la música, sino que también el cine, la web, las multitiendas y hasta la prensa rosa. Iniciada como actriz a los siete años en la serie para preescolares Barney y sus amigos, su carrera fue ascendente y anota roles en películas televisivas como La Nueva Cenicienta 2 (2008) y Programa de Protección para Princesas (2009), junto a Lovato, una de sus compinches en el circuito.
También tuvo un par de apariciones en la serie Hannah Montana y el asunto no es coincidencia: la prensa la ha calificado como la sucesora de Miley Cyrus, luego de su giro hacia una pose más sexual y de apuntar a un público más adulto. Además, algunos reportes de la prensa estadounidense indican que los ejecutivos de Disney han decidido comenzar a potenciar la imagen de Gomez ante cierto desgaste sufrido por Cyrus.
El paulatino ascenso también le ha permitido oficiar de presentadora en la ceremonia que la semana pasada anunció los nominados a lospremios Grammy, compartiendo escenario con Dave Grohl (Foo Fighters, Them Crooked Vultures). En internet, su cuenta en YouTube ya supera el millón de comentarios, sobrepasando a Lovato, Cyrus o Justin Bieber.
Con el mismo Bieber se la ha vinculado sentimentalmente, luego de que el portal TMZ difundiera que a ambos se les vio en una cena íntima en Los Angeles. Gomez ha puesto a raya los rumores y, a cambio, prefiere hablar de su amistad con Taylor Swift, emblema del country para adolescentes. Selena Gomez está aquí, allá y en todas partes: como las estrellas que tienen como meta devorarse el planeta.
