
Si a eso añadimos un acertadísimo corte de pelo al estilo 'pixie' y uno look mucho más maduro a la hora de vestir, el resultado es una auténtica bomba.
Sin embargo ella, aunque consciente de todo el revuelo que levanta cualquiera de sus apariciones públicas, prefiere quitarle importancia a su nuevo papel de trendsetter, afirmando que ella únicamente se viste para estar cómoda y para sentirse a gusto consigo misma.
"Sólo me visto para mí", explicaba la actriz en una reciente entrevista. "La moda es algo que disfruto muchísimo. Es una forma de expresión. Es muy divertido y espero no llegar a un punto en el que sienta: '¡Qué asco, ropa!... cuánto estrés'. Se ha convertido en una forma de vida y estoy encantada de poder conocer a muchos nuevos diseñadores".
Emma, a sus 20 años, ya tiene incluso a sus diseñadores fetiche, entre los que se encuentran modistos de la talla de Balenciaga, Chanel o William Tempest, entre muchos otros.
Sin embargo, en el estreno londinense de Harry Potter y las reliquias de la muerte: parte 1 se decantó por el diseño de un modisto murciano, Rafael López. Un vestido de transparencias y encaje y detalle de plumas a la altura de la cintura con el que la actriz le dio un toque español al estreno, siendo embajadora, por una noche, de nuestra moda nacional.
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